Historia y Carácter
 El Mastín del Pirineo es una raza autóctona originaria de los valles pirenaicos que tradicionalmente se empleo en el cuidado de rebaños en el sistema trashumante de pastoreo. Acompañaba a los rebaños en largas caminatas en primavera y otoño en la búsqueda de buenos pastos y los protegía del ataque de los lobos e incluso de osos.
Durante unos años después de la guerra civil entro en decadencia debido a la dificultad de mantener un perro tan grande con necesidad de comer grandes cantidades, posteriormente, ya a partir de los años 80 algunos criadores y amigos se empezaron a preocupar de recuperar la raza y actualmente ya existen clubes del Mastín del Pirineo en varios países europeos.
Se trata por tanto de un perro de pastoreo con gran instinto guardián, aunque debido a su enorme tamaño y seguridad en si mismo no tiene una agresividad gratuita. No debe de todas formas engañarnos su aspecto bonachón puesto que no dudara en defender a su “manada” (territorio, dueño….) frente a cualquier peligro.
Es un perro tranquilo y apacible que no demanda tanto ejercicio como otras razas de gran tamaño. Es ideal para vivir al aire libre en jardines o fincas puesto que no le asustan las inclemencias del tiempo.
Aprende con facilidad las pautas más básicas del comportamiento en casa, pero desarrolla toda su terquedad si pretendemos algo más que “portarse bien”, no es desde luego el perro ideal para lanzarle la pelotita y esperar que nos la traiga con alegría.
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